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Etapas

Desde siempre los boticarios de nuestra Región pretendieron desarrollar una serie de servicios organizados y de esta forma una coordinación entre las Oficinas de Farmacia que permitiera conseguir productos, por entonces escasos y muchas veces con la dificultad de adquirirlos de forma individual.

Ya desde sus comienzos, el Colegio de Farmacéuticos, se vio rodeado de Reales Ordenes, decretos, legislaciones… y los farmacéuticos luchaban, a veces contracorriente, para que sus servicios fueran más íntegros y valiosos para la sociedad. Así, desde finales del siglo XIX, la propia sociedad demandaba una legislación reguladora del establecimiento de Oficinas de Farmacia. La necesidad de subsistencia del farmacéutico y las leyes de mercado habían conducido a una sobresaturación de farmacias en las ciudades, especialmente en los barrios céntricos, y a una gran escasez de estos establecimientos sanitarios en las zonas periféricas y, sobre todo, en las zonas rurales, lo cual, unido a lo precario de las comunicaciones en esa época, originaba verdaderos problemas de suministro de medicamentos para la población rural. Actualmente, gracias a las diferentes regulaciones a nivel estatal y, recientemente, a nivel autonómico, que han culminado en nuestra Región con la Ley 3/97, de 28 de mayo, de Ordenación Farmacéutica de la Región de Murcia, dichos problemas se han solventado en gran medida, al producirse una distribución racional de las Oficinas de Farmacia.

Durante los años 1910-1912, la profesión farmacéutica, supo esquivar con habilidad, que no sin dificultad, el fenómeno del “intrusismo”, que influyó sobremanera a la decadencia de la farmacia de esos años.

En el siglo XIX es cuando realmente empezamos a apreciar las primeras conexiones entre farmacia-sociedad. La rebotica española, como muchas de nuestras instituciones más típicas es de importación francesa. Nos resulta fácil imaginar a mancebos, desde muy temprano, pulverizando drogas y libros de recetas y venenos en la rebotica. Este trabajo cotidiano explica la necesidad de una rebotica-estudio, donde el boticario pudiera tener un respiro. Este lugar, esta “trastienda” se fue convirtiendo en un punto de reunión y lugar en el que se sucedían las más animadas tertulias, potenciadas por la personalidad del boticario, en cuestión que de alguna forma se aliviaba la soledad de su profesión. Mucho y bien se han escrito sobre ellas, parafraseando a Blanco García, autor del libro “Escenas Murcianas”, diremos que en broma y en serio se fraguaban proyectos y mejoras que luego se realizaban. Las tertulias de las boticas llegaron a ser hasta una necesidad, y no había joven de buen tono que no pasara por allí, siquiera para recibir un baño de sociología práctica, sin sentirse notable, que no matara un par de horas de la noche, aunque a veces, a falta de temas interesantes se acabara hablando de la cebada de Sangonera o de la quema del Río Segura. Si es cierto que en estas boticas, nacieron el Entierro de la Sardina, Bando de la Huerta, y mejoras locales como el jardín de Santo Domingo o el monumento a Salcillo en Santa Eulalia, también lo es que se formó una Sociedad Fotográfica de bastante valimiento, anterior a noviembre de 1893.

Mientras durante el día, en el Colegio de Farmacéuticos, se seguía batallando, con la única finalidad de mejorar, así hoy, después de tantos años problemáticos, sabemos que el Colegiado tiene una formación continuada por parte de su Colegio, que ha apostado siempre por la modernización en todos los sentidos, contando siempre con recursos técnicos y materiales innovadores, para estar a la altura de las necesidades de los ciudadanos y así poder ofrecerles un foro de información sanitaria.

Desde el 18 de marzo de 1897, fecha de la Fundación de nuestro Colegio, la razón de ser de la profesión farmacéutica ha sido la vocación al servicio sanitario y con esto se ha pretendido siempre mejorar la calidad de vida y sanar la enfermedad del ciudadano, objetivos que siguen estando presentes en el Colegio y por los que continuamos trabajando.

Las diferentes etapas que han venido produciéndose en este Colegio, han ido encaminadas a facilitar al farmacéutico la mejor información profesional, para que ésta sea a su vez trasmitidas a la sociedad, permitiendo así dar un servicio sanitario de calidad. Todo ello desde los diferentes puestos de trabajo donde se realiza la actividad farmacéutica (Farmacia, Opticos, Hospitales, Análisis de Alimentos, Industria Agroalimentaria y Distribución Farmacéutica, Ortopedia, Control y Análisis de Aguas, etc.)

En el Colegio actualmente trabajan mas de 30 personas distribuidas en siete Departamentos que ofrecen asesoramiento al colegiado en materia Jurídica, Laboral, Fiscal…Una de las secciones con mayor volumen de trabajo es el Centro de Estudios e Información del Medicamento (CEIM), que facilita información no sólo a los profesionales que trabajan en Oficinas de Farmacia, sino a los farmacéuticos que ejercen en otros ámbitos como la docencia, investigación, hospitales, e incluso a los médicos.

En la actualidad el 99% de todas las Oficinas de Farmacia de nuestra Región están informatizadas gracias a un proyecto que el Colegio elaboró, único a nivel nacional y aunque supone un coste importante es cierto que es todo un lujo para nuestra Región. El alto grado de participación del Colegio y de sus farmacéuticos en la sociedad murciana, se ha ido comprobando durante estos 105 años de profesión, como en la participación desinteresada en campañas de ayuda contra los daños producidos por las inundaciones, ayuda al Tercer Mundo con recogida de Medicamentos, campaña de información sobre nutrición, tensión arterial, etc. realizando charlas en todos los rincones de nuestra Comunidad Autónoma. A esto hay que añadir las campañas realizadas para el uso correcto del medicamento (uso racional del medicamento), Desayunos Saludables y Reducción de daños de VIH, que permiten a la sociedad murciana, contar con un alto grado de formación, lo que repercute en su/nuestra calidad de vida.

En la actualidad, el Colegio cuenta con 1.300 Colegiados aproximadamente, y desde marzo de 1988 Prudencio Rosique Robles preside esta Corporación. Todos y cada uno de estos Colegiados están dedicados a atender las demandas sociosanitarias de nuestra sociedad.

El día 9 de Junio de 1997, día de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, el Colegio tuvo el honor de recibir la Medalla de Oro de nuestra Comunidad, símbolo de reconocimiento a la labor desarrollada por todos los farmacéuticos que desde cualquier rincón de nuestra geografía Regional trabajan por y para todos los ciudadanos.

Y es la sociedad Murciana, la que seguramente, más agradece estos 105 años de Atención Farmacéutica.

Bibliografía: Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Región de Murcia.

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